¿PROBLEMAS PARA DORMIR?
El insomnio es la dificultad para iniciar o mantener el sueño, a pesar de contar con las condiciones adecuadas para hacerlo Los principales signos y síntomas: Dificultad para conciliar el sueño (más de 30 minutos sin conseguir dormir) Despertarse varias veces en la noche o despertarse muy temprano (mínimo dos horas antes de lo habitual) No tener sensación de descanso, estar cansado y somnoliento durante el día lo que lleva a presentar irritabilidad y problemas de concentración. Hablamos de insomnio ocasional cuando su duración es de máximo una semana. Los motivos más comunes que pueden ocasionar problemas para dormir con normalidad: Los hábitos alimentario, el consumo de tabaco y bebidas estimulantes como café, refrescos con cafeína o té, practicar ejercicio físico de intensidad justo antes de ir a dormir o realizar siestas largas pueden provocar problemas para conciliar el sueño o una mala calidad del mismo. El estrés es un desencadenante para alteraciones del sueño. Los desfases de horarios por viajes o por turnos rotatorios en el trabajo. La edad va ligado a un mayor trastorno del sueño en personas mayores. Ciertos medicamentos y enfermedades también van ligados a la alteración del sueño. En muchos casos los trastornos del sueño se solucionan con cambios de estilo de vida y pautas de higiene del sueño. Si esto no funciona consulta con tu farmacéutico acerca de ayudas que no necesiten receta médica. Soluciones naturales: La más común y efectiva es la Melatonina, que actualmente se encuentra sola o combinada con plantas, la cual va muy bien para trastornos del sueño ligados al estrés. Soluciones químicas: La más común por su publicidad es la Dormidina, pero también puedes encontrar el Dormirel, cuya composición es la Doxilamina o el Soñodor que está compuesto por Difenhidramina. ¿Qué puedo hacer para dormir mejor? En ocasiones los problemas para conciliar o mantener el sueño se deben a unos malos hábitos, con unos pocas recomendaciones podrás corregir esos malos hábitos del sueño. Evita siestas largas durante el día. Vete a la cama solo cuando tengas sueño y ganas de descansar, si tras 30 minutos no consigues conciliar el sueño, levántate y realiza alguna actividad relajante como escuchar música o leer. Realiza ejercicio físico de manera regular durante el día, importante que este ejercicio físico sea al menos 3 horas antes de ir a dormir. Limita el consumo de café, té o refrescos con cafeína sobre todo a partir de las 17:00. Come a horas regulares y evita comidas copiosas cerca de la hora de acostarse, espera una o dos horas después de comer. Procura mantener unos horarios regulares e intenta despertarte y acostarte todos los días, más o menos, a la misma hora. Practica técnicas de relajación antes de acostarte.